Con ustedes..., el Tango
El tango es un género musical tradicional de Argentina y Uruguay , nacido de la fusión cultural entre emigrantes europeos, descendientes de esclavos africanos y de los nativos de la región del Río de la Plata. En esencia es una expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana y raíz suburbana que responde al proceso histórico del mestizaje biológico y cultural de la población rioplatense pre-inmigración y la inmigración masiva, mayoritariamente europea que reconstituyó completamente las sociedades rioplatenses, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.
Su interpretación puede llevarse a cabo mediante una amplia variedad de formaciones instrumentales, siendo las más características el cuarteto de guitarra, el dúo de guitarra y bandoneón, el trío de bandoneón, el piano y contrabajo, así como la orquesta típica o el sexteto. En 2009 fue presentado por los Presidentes de Argentina y Uruguay para ser incluído y finalmente aprobado en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Se estima que el tango se nutrió de otros estilos musicales como la payada, la milonga campera pampeana, el candombe afroargentino y posteriormente de la habanera cubana. En 1876, en Buenos Aires se hizo muy popular un tango-candombe llamado El merenguengué, que se convirtió en éxito de los carnavales afroargentinos que se celebraban en febrero de ese año. Se interpretaba con guitarra, violín, flauta, además de los tambores de candombre afroargentinos. Se ha planteado seriamente que haya sido este contexto uno de los fuertes puntos de partida del nacimiento y desarrollo del tango. Algunos tangos que sonaban en aquellos tiempos fueron: El queco (1874), Señora casera (1880), Ándate a la Recoleta (1880), El porteñito (Gabriel Diez, 1880), El talar (Prudencio Aragón 1895) y Concha sucia ((El Negro Casimiro).
Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos.
Se sabe que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones africanas e italianas, que su ritmo y clima nostálgico tiene un cercano parentesco con la habanera cubana y que tango, milonga, malambo y candombe son parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a la ciudad.
Sin embargo, el tango no se confunde ni se deriva de ningún estilo musical en particular. Según Ernesto Sábato el tango es, en realidad un híbrido, una expresión musical original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.
En 1857 el músico español Santiago Ramos compuso uno de los primeros temas de aire tanguero que se conozca, Tomá mate che, un tango con letra rioplatense, pero con arreglos musicales de estilo andaluz. El tema formaba parte de la obra El gaucho de Buenos Aires, estrenado en el Teatro de la Victoria. En 1874 el tango El queco fue el primero que alcanzó difusión popular masiva.
El bandoneón que le daría forma al tango recién llegaría al Río de la Plata en 1900, en las valijas de inmigrantes alemanes. No existen partituras de esa etapa originaria, porque los músicos de entonces no sabían escribir la música, y probablemente interpretaban sobre la base de melodías existentes.
Carlos Gardel, quien se inició como payador, es el más recordado cantante de tangos de los años veinte y treinta. Muchos de los temas que interpretaba los compuso él mismo, y encargó la letra a su compañero Alfredo Le Pera. Gardel, quien comenzó su carrera en los comités políticos de los suburbios fabriles de Buenos Aires, cantó en París y en Nueva York . Se convirtió en un mito para los rioplatenses cuando murió en un accidente de aviación en Medellín, Colombia. Algunos de los tangos famosos de esta primera época son La cumparsita, El Choclo, Caminito, El día que me quieras, etc.
Músicos como Juan Carlos Cobián, Pascual Conturzi, Julio de Caro, Osvaldo Fresedo, cantantes como Sofía Bozán, Ignasio Corsini, Agustín Magaldi, integraron lo que se conoce como la nueva guardia del tango. Entre ellos, muchos fueron los descendientes de inmigrantes italianos como Osvaldo Pugliese
Grandes orquestas como las de Juan d'Arienzo (1900- 1976), Carlos di Sarli (1903 - 1960), Osvaldo Pugliese (1905 - 1995, Aníbal Trilo (1914 - 1975), etc, actuaban tanto en los cabarets del centro y en salones barriales. Con ellos creció enormemente la industria discográfica en la Argentina. Letristas tales como Enrique Cadícamo,Cátulo Castillo, Enrique Santos DIscépolo, Homero Manzi, dieron al tango composiciones inolvidables, signadas por la amarga crítica de costumbres, el matiz elegíaco y las metáforas inspiradas en grandes poetas.
Desde finales de los años cincuenta comenzarían a surgir corrientes tangueras renovadoras. Los primeros fueron músicos como Mariano Mores y Aníbal Troilo que empezaron a experimentar con nuevas sonoridades y temáticas. Pero el renovador indiscutidofue el marplatense Ástor Piazzolla.
Ástor Piazzolla alternaba entre las tardes de música clásica en el Teatro Colón y su pasión por Igor Stravinsky y Bela Bartok, con las noches de tango, y su desempeño como bandoneonista y arreglador musical de la orquesta de Aníbal Troilo. Fusionando creativamente las influencias más diversas, Piazzolla introdujo en el tango armonías disonantes y bases rítmicas intensas y nerviosas que produjeron una transformación radical del género.
La música de Piazzolla produjo una apasionada controversia entre tradicionalistas y renovadores, sobre si "eso" era realmente tango. El punto culminante de esa controversia fue el Festival de la Canción de Buenos Aires, realizadas en el Luna Park en 1969 en el que Ástor Piazzolla y Horacio Ferrer presentaron un valcesito tanguero Balada para un loco en la sección correspondiente al tango. La canción produjo un escándalo descomunal que llevó a los organizadores a cambiar las reglas para evitar que Balada para un loco ganara el festival. Pese a ello el nuevo tango-canción ganó en adhesión popular, especialmente entre los jóvenes y se volvió un éxito de ventas como hacía años que el tango no tenía.
Piazzolla también aportó a la renovación instrumental del tango con su octeto que incluía instrumentos hasta entones absolútamente ajenos al tango como los eléctricos (guitarras, teclado, bajo, sintetizador), la batería y el saxo. También con él ingresaron al tango instrumentalistas como el violinista Antonio agri y el guitarrista Cacho Tirao y un cantante como José Ángel Trelles quienes sumarían sus talentos a experimentados del género como Enrique Quico Díaz o Jaime Gosis entre otros.
En estas dos décadas de renovación surgieron también otros autores e intérpretes de gran importancia como Elaida Blázquez, Chico Novarro, Cacho Castaña, el Sexteto Tango, el octeto coral Buenos Aires 8, con un álbum excepcional en 1970, Buenos aires Hora 0, las nuevas sonoridades introducidas por Osvaldo Berlinguieri desde el piano y su asociación con Ernesto Baffa, la voz juvenil y romántica de Susana Rinaldi, la madurez compositiva de Leopoldo Federico, entre otros.
En 1983 se estrenó en París el espectáculo Tango Argentino, creado y dirigifo por Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, coreografiado por Juan Carlos Copes, con la partición de bailarines como el propio Copes, María Nieves, gloria y Rodolfo Dinzel, Pablo Verón, etc. La obra fue presentada en 1985 en Broadway obteniendo un resonante éxito que marcó el renacimiento mundial del tango.
Desde hace pocos años se observa que el fenómenos de aculturación mundial que deriva de fusiones musicales entre lenguajes, si bien de origen geográfico cierto, considerados como universalmente difundidos (jazz, rock, heavy metal, música electrónica y músicas étnicas o locales también ha llegado al tango. Se trata de fusiones del tango con el jazz, el rock, el heavy metal y la electrónica, siendo esta última la más difundida, con ejemplos tales como Bajofondo Tango Club, Gotan Project y Tanguetto. Entre aquellos que fusionan con el jazz, se puede encontrar al saxofonista y compositor Jorge Retamoza, al pianista Adrián Laies, el contrabajista Pablo Aslán o al saxofonista Miguel del Caro.
Cabe señalar, que a partir del año 1999 el tango canción comienza a acercarse a la niñez. El 11 de diciembre en el marco del marco del Festival Buenos Aires Tango en el Patio del Aljibe del Centro Recoleta, hizo su presentación la cantante y compositora de tango para chicos Graciela Pesce que, según el historiador y académico Roberto Sellers, inauguró un estilo inédito del género. Diez años después la maestra jardinera del tango recibía el Premio Gobbi de Oro otorgado por la Academia Nacional de Tango de la República Argentina y presidiría el en el Festival y Mundial de Tango 2010 la primera mesa denominada los chicos y el tango, lo cual sienta un verdadero precedente a la inclusión del Tango en el mundo de la niñez.
Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos.
Se sabe que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones africanas e italianas, que su ritmo y clima nostálgico tiene un cercano parentesco con la habanera cubana y que tango, milonga, malambo y candombe son parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a la ciudad.
Sin embargo, el tango no se confunde ni se deriva de ningún estilo musical en particular. Según Ernesto Sábato el tango es, en realidad un híbrido, una expresión musical original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.
En 1857 el músico español Santiago Ramos compuso uno de los primeros temas de aire tanguero que se conozca, Tomá mate che, un tango con letra rioplatense, pero con arreglos musicales de estilo andaluz. El tema formaba parte de la obra El gaucho de Buenos Aires, estrenado en el Teatro de la Victoria. En 1874 el tango El queco fue el primero que alcanzó difusión popular masiva.
El bandoneón que le daría forma al tango recién llegaría al Río de la Plata en 1900, en las valijas de inmigrantes alemanes. No existen partituras de esa etapa originaria, porque los músicos de entonces no sabían escribir la música, y probablemente interpretaban sobre la base de melodías existentes.
Carlos Gardel, quien se inició como payador, es el más recordado cantante de tangos de los años veinte y treinta. Muchos de los temas que interpretaba los compuso él mismo, y encargó la letra a su compañero Alfredo Le Pera. Gardel, quien comenzó su carrera en los comités políticos de los suburbios fabriles de Buenos Aires, cantó en París y en Nueva York . Se convirtió en un mito para los rioplatenses cuando murió en un accidente de aviación en Medellín, Colombia. Algunos de los tangos famosos de esta primera época son La cumparsita, El Choclo, Caminito, El día que me quieras, etc.
Músicos como Juan Carlos Cobián, Pascual Conturzi, Julio de Caro, Osvaldo Fresedo, cantantes como Sofía Bozán, Ignasio Corsini, Agustín Magaldi, integraron lo que se conoce como la nueva guardia del tango. Entre ellos, muchos fueron los descendientes de inmigrantes italianos como Osvaldo Pugliese
Grandes orquestas como las de Juan d'Arienzo (1900- 1976), Carlos di Sarli (1903 - 1960), Osvaldo Pugliese (1905 - 1995, Aníbal Trilo (1914 - 1975), etc, actuaban tanto en los cabarets del centro y en salones barriales. Con ellos creció enormemente la industria discográfica en la Argentina. Letristas tales como Enrique Cadícamo,Cátulo Castillo, Enrique Santos DIscépolo, Homero Manzi, dieron al tango composiciones inolvidables, signadas por la amarga crítica de costumbres, el matiz elegíaco y las metáforas inspiradas en grandes poetas.
Desde finales de los años cincuenta comenzarían a surgir corrientes tangueras renovadoras. Los primeros fueron músicos como Mariano Mores y Aníbal Troilo que empezaron a experimentar con nuevas sonoridades y temáticas. Pero el renovador indiscutidofue el marplatense Ástor Piazzolla.
Ástor Piazzolla alternaba entre las tardes de música clásica en el Teatro Colón y su pasión por Igor Stravinsky y Bela Bartok, con las noches de tango, y su desempeño como bandoneonista y arreglador musical de la orquesta de Aníbal Troilo. Fusionando creativamente las influencias más diversas, Piazzolla introdujo en el tango armonías disonantes y bases rítmicas intensas y nerviosas que produjeron una transformación radical del género.
La música de Piazzolla produjo una apasionada controversia entre tradicionalistas y renovadores, sobre si "eso" era realmente tango. El punto culminante de esa controversia fue el Festival de la Canción de Buenos Aires, realizadas en el Luna Park en 1969 en el que Ástor Piazzolla y Horacio Ferrer presentaron un valcesito tanguero Balada para un loco en la sección correspondiente al tango. La canción produjo un escándalo descomunal que llevó a los organizadores a cambiar las reglas para evitar que Balada para un loco ganara el festival. Pese a ello el nuevo tango-canción ganó en adhesión popular, especialmente entre los jóvenes y se volvió un éxito de ventas como hacía años que el tango no tenía.
Piazzolla también aportó a la renovación instrumental del tango con su octeto que incluía instrumentos hasta entones absolútamente ajenos al tango como los eléctricos (guitarras, teclado, bajo, sintetizador), la batería y el saxo. También con él ingresaron al tango instrumentalistas como el violinista Antonio agri y el guitarrista Cacho Tirao y un cantante como José Ángel Trelles quienes sumarían sus talentos a experimentados del género como Enrique Quico Díaz o Jaime Gosis entre otros.
En estas dos décadas de renovación surgieron también otros autores e intérpretes de gran importancia como Elaida Blázquez, Chico Novarro, Cacho Castaña, el Sexteto Tango, el octeto coral Buenos Aires 8, con un álbum excepcional en 1970, Buenos aires Hora 0, las nuevas sonoridades introducidas por Osvaldo Berlinguieri desde el piano y su asociación con Ernesto Baffa, la voz juvenil y romántica de Susana Rinaldi, la madurez compositiva de Leopoldo Federico, entre otros.
En 1983 se estrenó en París el espectáculo Tango Argentino, creado y dirigifo por Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, coreografiado por Juan Carlos Copes, con la partición de bailarines como el propio Copes, María Nieves, gloria y Rodolfo Dinzel, Pablo Verón, etc. La obra fue presentada en 1985 en Broadway obteniendo un resonante éxito que marcó el renacimiento mundial del tango.
Desde hace pocos años se observa que el fenómenos de aculturación mundial que deriva de fusiones musicales entre lenguajes, si bien de origen geográfico cierto, considerados como universalmente difundidos (jazz, rock, heavy metal, música electrónica y músicas étnicas o locales también ha llegado al tango. Se trata de fusiones del tango con el jazz, el rock, el heavy metal y la electrónica, siendo esta última la más difundida, con ejemplos tales como Bajofondo Tango Club, Gotan Project y Tanguetto. Entre aquellos que fusionan con el jazz, se puede encontrar al saxofonista y compositor Jorge Retamoza, al pianista Adrián Laies, el contrabajista Pablo Aslán o al saxofonista Miguel del Caro.
Cabe señalar, que a partir del año 1999 el tango canción comienza a acercarse a la niñez. El 11 de diciembre en el marco del marco del Festival Buenos Aires Tango en el Patio del Aljibe del Centro Recoleta, hizo su presentación la cantante y compositora de tango para chicos Graciela Pesce que, según el historiador y académico Roberto Sellers, inauguró un estilo inédito del género. Diez años después la maestra jardinera del tango recibía el Premio Gobbi de Oro otorgado por la Academia Nacional de Tango de la República Argentina y presidiría el en el Festival y Mundial de Tango 2010 la primera mesa denominada los chicos y el tango, lo cual sienta un verdadero precedente a la inclusión del Tango en el mundo de la niñez.
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