Don Quijote de la Mancha



Don Quijote de la Mancha es una novela escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. Publicada su primera parte con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605, es una de las obras más destacadas de la literatura española e universal y una de las más traducidas. En 1615 aparece la segunda parte con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha

Fue la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés, por el tratamiento burlesco que da a la misma. Representa la primera obra literaria que se puede clasificar como novela moderna y la primera novela polifónica, que ejerció un influjo abrumador en toda la narrativa europea posterior. 

La primera parte se imprimió en Madrid, en casa de Juan de la Cuesta, a finales de 1604. Salió a la venta en 1605 con numerosos errores, por culpa de la cerelidad que imponía el contrato de edición. Esta edición se reimprimió ese mismo año y en el mismo taller, de forma que existen dos ediciones de 1605 ligeramente distintas. Se sospecha, sin embargo, que existió una novela más corta, que sería una de sus futuras Novelas Ejemplares. Fue impresa con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Esta publicación se ha perdido, pero autores como Francisco López de Úbeda o Lope de Vega, entre otros testimonios, aluden a la fama de esta pieza.

La inspiración de Cervantes para componer esta obra vino, al parecer, del llamado Entremés de los romances, de fecha anterior. Su argumento ridiculiza a un labrador que enloquece creyéndose héroe de romances. El labrador abandonó a su mujer y se echó a los caminos. Este entremés posee una doble lectura: también es un crítica a Lope de Vega, quien después de haber compuesto numerosos romances autobiográficos, en los que contaba sus amores, abandonó a su mujer y marchó a la Armada Invencible. Es conocido el interés de Cervantes por el Romancero, y su resentimiento por haber sido echado de los teatros por el mayor éxito de Lope de Vega, así como su carácter de gran entremesista. 

El Quijote ha sufrido, como cualquier obra clásica todo tipo de interpretaciones y críticas. La novela fue recibida en su tiempo como un libro de entretenimiento, como libro de regocijante burlas, o como una divertida parodia de los libros de caballería. 




Toda Europa leyó Don Quijote como una sátira. Los ingleses desde 1612 en la traducción de Thomas Shelton. Los francese, desde 1614, gracias a la versión de César Oudin, aunque en 1608 ya se había traducido el relato El curioso impertinente. Los italianos desde 1622, los alemanes desde 1648 y los holandeses desde 1657, en la primera edición ilustrada. La comicidad de las situaciones prevalecía sobre la sensatez de muchos parlamentos. 

La interpretación durante en siglo XVIII fue la didáctica: el libro era una sátira de varios defectos de la sociedad, y sobre todo pretendía corregir el gusto estragado por los libros de caballería. Junto a estas opiniones estaban aquellos que veían en la obra un libro cómico de entretenimiento sin mayor trascendencia. La Ilustración se empeñó en realizar las primeras ediciones críticas de la obra, la más sobresaliente realizada por el inglés John Bowle. 

Pronto llegaron las lecturas profundas, graves y esotéricas. Una de las más interesantes y aun poco estudiadas es la que afirma, por ejemplo, que el Quijote es una parodia de la Autobiografía escrita por San Ignacio de Loyola, que circulaba manuscrita y que los jesuitas intentaron ocultar. En 1675, el jesuita francés René Rapin consideró que Don Quijote encerraba una invectiva contra el poderoso Duque de Lerma. El acontecimiento contra los molinos y las ovejas por parte del protagonisto sería una crítica a la medida del duque en rebajar, añadiendo cobre, el valor de la moneda de plata y de oro, que desde entonces se conoció como moneda de molino y de vellón. 

El Romanticismo alemán trató de descifrar el significado verdadero de la obra. Friedrich von Schlegel asignó a Don Quijote el rango de precursora culminación del arte romántico en su Diálogo sobre poesía de 1880. Un par de años después Friedrich Schelling en su Filosofía del Arte estableció los términos de la más influyente interpretación moderna, basada en la confrontación entre idealismo y realismo, por la que Don Quijote quedaba convertido en un luchador trágico contra la realidad grosera y hostil en defensa de un ideal que sabía irrealizable. A partir de ese momento los románticos alemanes vieron en la obra la imagen del heroísmo patético. Los filósofos Hegel y Schopenhauer proyectaron en los personajes cervantinos sus preocupaciones metafísicas.

Durante el siglo XIX el personaje cervantino se convierte en un símbolo de bondad, del sacrificio solidario y del entusiasmo. Representa la figura del emprendedor que abre caminos nuevos. El novelista ruso Iván Turgénev escribirá un fabuloso ensayo titulado Hamlet y Don Quijote (1860), en la que confronta a los dos personajes como arquetipos humanos antagónicos: el extravertido y arrojado frente al ensimismado y reflexivo. 





El siglo XX recuperó la interpretación jocosa como la más ajustada a la de los primeros lectores, pero no dejó de ahondarse en la interpretación simbólica. Crecieron las lecturas esotéricas y disparatadas, y muchos creadores formularon su propio acercamiento, desde Kafka y Jorge Luis Borges hasta Milos Kundera. Quizás, el principal problema consista en que Don Quijote no es uno, sino dos libros difíciles de reducir a una unidad de sentido. El loco de 1605, con su celada de cartón y sus patochadas, causa más risas que suspiros, pero el sensato anciano de 1615, perplejo ante los engaños que todos urgen en su contra, exige al lector trascender el significado de sus palabras y aventurarse mucho más allá de la comicidad de palos y chocarrerías. 

En cuanto a obra literaria, puede decirse que es la obra maestra de la literatura de humor de todos los tiempos. Además es la primera novela moderna y también la primera novela polifónica y ejercerá un enorme influjo en toda la narrativa europea posterior. 

En primer lugar aportó la fórmula del realismo, tal como había sido ensayada y perfeccionada en la literatura castellana desde la Edad Media. Caracterizada por la parodia y burla de lo fantástico, la crítica social, la insistencia en los valores psicológicos y el materialismo descriptivo.

En segundo lugar, creó la novela polifónica, es decir, la novela que interpreta la realidad según varios puntos de vista superpuestos al mismo tiempo. Torna la realidad en algo complejo, pues no solo intenta reproducirla, sino que en su ambición pretende incluso sustituirla. La novela moderna, según la percibe el Quijote, es una mezcla de todo.

En la época de Cervantes la épica se podía escribir también en prosa. Las técnicas narrativas que encontramos en ella son: 


  • La recapitulación o resumen periódico de los acontecimientos, a fin de que el lector no se pierda en una narración larga
  • El contraste entre lo idealizado y lo real que encontramos a todos los niveles. 
  • El contraste entre los distintos personajes (en parejas) a fin de que cada uno le ayude a construir otro diferente mediante el diálogo.
  • El humor es constante en la obra: respetuoso con la dignidad humana de los personajes
  • La parodia lingüística y literaria de géneros, lenguajes y roles sociales como fórmula para mezclar los puntos de vista, hasta ofrecer la misma visión confusa que suministra la interpretación de lo real. 
  • La oralidad del lenguaje cervantino, vestigio de la profunda obsesión teatral de Cervantes, cuya viveza aproxima al lector a los personajes y al realismo, facilitando su identificación y complicidad con los mismos
  • El perspectivismo hace que cada hecho sea descrito por cada uno de los personajes, en función de una cosmovisión distinta, por ello la realidad se torna compleja y rica en sugestiones
  • Simula imprecisiones en los nombres de los personajes y en los detalles poco importantes. De esa manera el lector se crea su propia imagen en algunos aspectos de la obra, suspendiendo, a la vez, su sentido crítico. 








La genial novela cervantina ha servido de inspiración a numerosos músicos desde su publicación. Incluso ya desde antes de la publicación del segundo tomo del Quijote, el 3 de febrero de 1614, se representó en el palacio del Louvre el ballet Don Quichotte dansé par Mme. Sautenir.

Entre las obras más relevantes basadas en el Caballero de la Triste Figura puede mencionarse las óperas The Comical History of Don Quixote (Henry Purcell,1695), Don Chisciotte in Sierra Moreno (Francesco Bartolomé Conti,1719), Don Chisciotte in Venezia, intermezzo  ( Giovanni Antonio Giay,1752), Don Chisciotte (Niccolò Piccini 1770), Don Chisciotte alla nozze di Gamace (Antonio Salieri,  1771), Don Chisciotte (Manuel García,1826), Il furioso all'isola di San Domingo (Gaetano Donizetti, 1835), Don Quichotte (Jules Massenet, 1910), El retablo de Maese Pedro (Manuel de Falla, 1923). También puede recordarse la zarzuela La venta de Don Quijote (Ruperto Chapí, 1902).

Además de las óperas citadas, el Quijote inspira un buen número de conciertos, ballets, suites sinfónicas, música de cámara, etc. Entre las obras orquestales más significativas se encuentran los poemas sinfónicos Don Quijote (Richard Strauss, 1895), Don Quijote (Anton Rubinstein, 1875), Una aventura de Don Quijote (Jesús Guridi, 1916), Don Quijote y Dulcinea (Maurice Ravel, 1932) o Don Quijote velando las armas (Óscar Esplá, 1962). En 1968, Jacques Brel compuso y grabó un disco titulado L'homme de la Mancha

También dentro de la música rock se puede encontrar música inspirada por esta obra de Cervantes. El grupo español Mägo de Oz publica, en 1998 un álbum completamente relacionado con Don Quijote y sus andanzas, titulado La Leyenda de la Mancha, el cual contiene temas como Molinos de viento, Maritornes, El bálsamo de Fierabrás o La ínsula de Barataria. 





La referencia inexclusable que supone El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha en la historia de la literatura mundial provocó que a lo largo de los últimos cien años numerosos cineastas hayan tratado de captar la magia del personaje en sus trabajos para la gran pantalla. Como era de esperar, El Quijote es una de las obras literarias que con mayor frecuencia han sido llevadas al cine, a la altura del poder evocador audiovisual que han demostrado tener las principales obras de Shakespeare. 


  • En 1957 la United Productions of America contrata al escritor Aldous Huxley como guionista de una historia basada en el Quijote, protagonizada por el célebre personaje de animación, Mr. Magoo
  • En 1990, la productora Hanna-Barbera realizó una serie de dibujos animados para televisión, dividida en 26 episodios, basada en el Quijote que se tituló Don Coyote and Sancho Panda
  • La primera experiencia cinematográfica sobre Don Quijote de la Mancha vino de la productora francesa Gaumont, en 1898 con el título de Don Quijote. Lamentablemente no se conservan imágenes
  • La productora francesa Pathé realiza, en 1903 Les aventures de Don Quichotte de la Manche dirigida por Lucien Nonguet y Ferdinand Zecca. En España se proyecta en 1905, año de conmemoración del tercer centenario de la publicación  príncipe
  • La más antigua película española basada en los textos de Cervantes es El curioso impertinente (1908) realizada por Narciso Cuyás, también director de la versión para el cine mudo de Don Quijote
  • La tardía aparición de un organismo encargado de velar y restaurar el legado cinematográfico español (hasta la creación, en 1953 de la Filmoteca Española) permitió que muchas películas del cine mudo, incluidas las primeras versiones cinematográficas de las obras cervantinas hayan desaparecido. Solo se conservan las críticas aparecidas en la prensa con motivo de su estreno
  • Una de las primeras apariciones del personaje en una obra cinematográfica fue en Don Quixote (1923) dirigida por Maurice Elvey, que cuenta con dos grandes actores del cine mudo Jerome Robertshaw y George Robey, este úlyimo conocido por sus musicales en Broadway.
  • Una de las adaptaciones cinematográficas más logradas es Don Quijote de 1933, una producción franco-británica dirigida por George Wilhelm Papst, considerada como un clásico del cine



  • La adaptación realizada en la Unión Soviética en 1957, Don Quijote, dirigida por Grigori Kózintsev es, junto con la de G. W. Papst, la versión más conseguida de la obra maestra de Cervantes. Sin embargo, la introducción de un mensaje subliminal sobre la lucha de clases, característica de todas las películas rusas de la época, y debido al endurecimiento de la Guerra Fría por el incidente de Bahía de los Cochinos evitó que fuese estrenada en Estados Unidos hasta 1961.
  • Vicente Escrivá  se basa en la obra de Gaston Baty y dirige Dulcinea (1962), una coproducción entre España, Italia y Alemania
  • La versión del director alemán Carlo Rim, que originalmente fue concebida como una serie para televisión, dividida en trece capítulos de media hora cada una no llegará a estrenarse en las salas de cine. En España se presentó en dos partes: Don Quijote (1965) y Dulcinea del Toboso (1965).
  • La versión cinematográfica del musical El hombre de la Mancha (1972), dirigida Arthur Hiller contó con Peter O'Toole en el papel de Quijote/Cervantes y Sofía Loren interpretando a Dulcinea. La versión teatral se ha representado en más de 50 idiomas, uno de los montajes en español fue el protagonizado, en 1997 por José Sacristán y Paloma San Basilio
  • Una adaptación libre del Quijote fue la coproducción hispano-mexicana de la comedia Don Quijote cabalga de nuevo (1973) dirigida por Roberto Galvadón protagonizada por Fernando Fernán Gómez y Mario Moreno Cantinflás
  • En 1979 el estudio de animación español formado por el director Cruz Delgado  y el productor José Romagnosa realizó el sueño de dar vida a la primera serie española de larga duración en dibujos animados, para la televisión mundial, Don Quijote de la Mancha, compuesta de 39 episodios de media hora de duración
  • En 1980 el estudio de animación japonés Ashi Productions realizó una serie de dibujos animados para la televisión basada en Don Quijote de la Mancha, con el título de Don de la Mancha. En español se la conoce como Don Quijote y los cuentos de la Mancha
  • El prestigioso director de teatro europeo, Maurizio Scarparo, a partir de un guión en colaboración con Rafael Azcona, realiza una original versión para televisión con su Don Quijote (1983), con la participación del grupo teatral Els Comediants
  • En 1955 Orson Welles comienza a trabajar en una adaptación de El Quijote, proyecto que tuvo que abandonar en varias ocasiones por falta de presupuesto. Fue Jesús Franco quien realiza un montaje con parte de aquellas imágenes, presentando la película Don Quijote de Orson Welles (1992) en el Festival de Cannes
  • A comienzos de 1992 Televisión Española estrena una adaptación de cinco capítulos que incluyen las aventuras del primer libro El Quijote de Miguel de Cervantes dirigido por Manuel Gutiérrez Aragón
  • El caballero don Quijote (2002) dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón  consiguió el premio Ciudad de Roma a la mejor película latina en el festival de Veneciade ese año. 





Comentarios

  1. Muy buena entrada, con una apmlia apanorámica de lo que significa el Quijote para la literatura, y su enorme repercusión en la musica, el teatro, el cine...

    Abundante e importante información, una guía inestimable para la comprensión y el deleite del Quijote,acompañado de una buena selección de imágenes.

    Muchas gracias!!

    M Victoria

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