Gustavo Adolfo Bécquer

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER








Gustavo Adolfo Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836- Madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. Por ser romántico tardío ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque mientras vivió fue moderadamente conocido, solo comenzó a ganar verdadero prestigio cuando, tras su muerte, fueron publicadas muchas de sus obras. 

Sus más conocidos trabajos son las Rimas y Leyendas. Los poemas e historias incluidas en esta colección son esenciales para el estudio de la literatura hispana, siendo ampliamente reconocidas por su influencia posterior.

Nació en Sevilla, el 17 de febrero de 1836, hijo del pintor José Domingo Insausti, que firmaba sus obras con el apellido de sus antepasdos, como José Domínguez Bécquer. Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de origen flamenco, los Becker o Bécquer, establecida en la capital andaluza en el siglo XVI.

Sus antepasados directos (incluido su propio padre) fueron pintores de costumbres andaluzas, y tanto Gustavo Adolfo, como su hermano, Valeriano estuvieron muy dotados para el dibujo. En 1846, a la edad de diez años, ingresa en el Colegio de San Telmo en Sevilla, donde recibe clases de un discípulo  del gran poeta Alberto Lista, Francisco Rodriguez Zapata, y conoce a su gran amigo y compañero de desvelos literarios Narciso Campillo. 

Suprimido por Isabel II, el Colegio de San Telmo, Gustavo Adolfo Bécquer quedó desorientado. Se instaló entonces en casa de su madrina (sus paddres habían fallecido hacia poco tiempo), acomodada comerciante, cuyos medios  y sensibilidad literaria le permitían disponer de una mediana pero selecta biblioteca poética. Tras ciertos escarceros literarios (escribe en El Tronco y la Nobleza de Madrid, y en la revista sevillana La Aurora y El Porvenir), en 1854 marcha a Madrid  con el deseo de triunfar en la literatura. Sufrió una gran decepción y sobrevivió en la bohemia de aquellos años. Para ganar algún dinero, el poeta escribe, en colaboración con sus amigos, Julio Nombela y Juan García Luna) y bajo el seudónimo de Gustavo García , novelas y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856), en el que satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea, o La Venta Encantada, basada en Don Quijote de la Mancha. Ese año fue con su hermano a Toledo, a fin de inspirarse para su futuro libro, Historias de los templos de España.




Fue en 1857 cuando apareció la tuberculososis, la cual sería responsable de su muerte. Tuvo un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales y perdió el puesto, según cierta leyenda, por sorprenderle su jefe dibujando. Su pesimismo va creciendo día a día y solo los cuidados de su patrona en Madrid y de algunos amigos y de Valeriano le ayudaron a superar la crisis, Ese año empiza un ambicioso proyecto inspirado en El genio del Cristianismo de Chateaubriand: estudiar el arte cristiano español, uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia. 

Hacia 1858 conoció a Josefina Espín, una bella señorita de ojos azules y empezo a cortejarla, pronto, sin embargo, pronto se fijó en la que seria su musa irremediable, la hermana de Josefina y hermosa cantante de ópera, Julia Espín, en la tertulia que se desarrollaba en casa de su padre, el músico Joaquín Espín, maestro director de la Universidad Central, profesor de solfeo en el Conservatorio y organista de la Capilla Real. Gustavo Adolfo Bécquer se enamoró (según decía, el amor era su única felicidad) y empezó a escribir las primeras Rimas, como Tu pupila es azul, pero la relación no llegó a consolidarse, porque ella tenía más altas miras y le disgustaba la vida bohemia del escritor que aun no era famoso. Durante esa época comenzó a escuchar música de Chopin.


En 1860 publica Cartas literarias a una mujer donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable. En la casa del médico que lo trata de una enfermedad venérea, conoce a la que será su esposa, Casta Esteban Navarro. De 1858 a 1863 la Unión liberal de O' Donnel gobernaba España, y en 1860, González Pravo, con el apoyo del financiero Salamanca, funda El Contemporáneo, en el que participan redactores de la talla de Juan Varela. El gran amigo de Bécquer, Rodríguez Correa, redactor del nuevo diario, consigue un puesto de redactor para el poeta sevillano. Allí, y hasta 1863 escribirá crónicas de salones, política y literatura.










En 1863 padeció una gran recaída en su enfermedad de la que se repuso para marchar a Sevilla con su familia. De esa época es el retrato hecho por su hermano que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Trabaja con su hermano, aunque éste no se entiende con Casta, por lo que González Pravo, amigo de Gustavo, lo nombra censor de novelas en 1864, y el escritor regresa a Madrid, donde desempeña ese trabajo hasta 1867.


Un año después vuelve a ocupar el cargo de censor, cargo que desempeña hasta 1868, año tétrico para el escritor, ya que se entera de la infidelidad de su mujer, su libro de poemas desaparece en los disturbios revolucionarios, y para huir de ello decide marchar a Toledo, donde permanece un breve período de tiempo. En 1870 regresa a Madrid para dirigir La ilustración de Madrid, que acaba de fundar Eduardo Gasset, con la intención de que lo dirigiera el propio Bécquer y Valeriano,este último como dibujante. En septiembre la muerte de su inseparable hermano y colaborador le sume en una honda tristeza. En noviembre fue nombrado director de una nueva publicación, El Entreacto, en la que apenas llega a publicar la primera parte de un inconcluso relato.


Posiblemente a causa de un enfriamiento invernal en la primera quincena de diciembre, su ya precario estado de salud se agrava y muere el 22 de diciembre, coincidiendo con un eclipse total de sol. En los días de su agonía pidió a su amigo, el poeta Augusto Ferrán que quemase sus cartas (Sería mi deshonra) y que publicase su obra (Si es posible publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que vivo). Fue enterrado al día siguiente de su muerte en la Sacramental de San Lorenzo y San José en Madrid, aunque más adelante, en 1913, los restos de los dos hermanos fueron trasladados a Sevilla, reposando, desde 1972 en Panteón de Sevillanos ilustres. 





Comentarios

  1. De su maestro Enrich Heine una rima para vos en premio a la aportación:
    Y en su lengua misteriosa,
    ¿sabes qué quieren decir
    la humilde violeta y la rosa?
    Que seas de día hermosa,
    fiel en querer y sentir,
    y de noche... cariñosa.
    Besos

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  2. Preciosa y especial rima de Heine, es su simpleza que emociona hondamente y que tiene la facultad de hacerme saltar los colores a las mejillas, que están ardiendo....
    Besos

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