Con ustedes.... Les Luthiers
Les Luthierrs, grupo de humor que utiliza la música como un elemento fundamental en sus actuaciones, con instrumentos informales creados a partir de materiales de la vida cotidiana. De esta característica proviene su nombre: luthier, que en francés significa creador de instrumentos musicales.
El conjunto está compuesto por cinco miembros (aunque originalmente fueron siete), todos ellos músicos profesionales y comenzó su trayectoria en la segunda mitad de los años setenta en Buenos Aires. Se los ha postulado al Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2011, el máximo galardón que se concede a las actividades culturales, científicas y humanitarias en todo el ámbito hispano. El galardón de las Artes se concede a la persona, grupo de personas o institución cuya labor en la arquitectura, danza, escultura, música, pintura y demás expresiones artísticas constituyan una aportación relevante al patrimonio cultural de la humanidad.
Durante los años setenta, casi todas las universidades argentinas tenían su propio coro musical, algunos de cuyos componentes adoptaron la costumbre de reunirse fuera de los ensayos, con el fin de divertirse un poco preparando bromas musicales que después ellos mismos represetarían en los festivales intercolares que tenían lugar a lo largo del curso, a modo de entreacto en tono de humor.
En septiembre de 1965 tuvo lugar el festival de Coros Universitarios en la ciudad de San Miguel de Tucumán, situado en el noroeste del país. Un grupo de jóvenes universitarios presentó un espectáculo de música de humor que había estado preparando largamente y donde además del montaje en sí presentaba como primicia un conjunto orquestal de instrumentos completamente novedosos, inventados y construidos por ellos mismos con materiales sencillos. El conjunto estaba compuesto por un solista, un pequeño coro y los mencionados instrumentos musicales no convencionales.
La obra central del espectáculo se llamaba Cantata Modatón (luego se la conoció como Cantata Loxatón). El autor era Gerardo Masana, un estudiante de arquitectura que además era el inventor de casi todos los nuevos instrumentos, junto con el luthier y músico porteño Carlos Iraldi. La música de esta pieza parodiaba el estilo de las cantatas barrocas y la letra estaba tomada del prospecto del medicamento laxante Modatón. La presentación fue un rotundo éxito y tanto los asistentes como la crítica en periódicos y revistas de música hablaron de originalidad, humor y rigor de expresión.
Poco después de estos sucesos, los jóvenes recibieron con sorpresa la oferta de un contrato para repetir el espectáculo de Tucumán en una famosa sala vanguardista de Buenos Aires. Se presentaron con el nombre artístico I Musicisti y de nuevo consiguieron un gran éxito. Después fueron llamados por el Instituto de Tella de Artes que era el centro de estudios teatrales, musicales y plásticos más prestigioso en la ciudad y reconocido mundialmente. El espectáculo que representaron aquí se llamó IMYLOH, es decir, I Musicisti y las Óperas Históricas. Nuevamente obtuvieron un gran éxito.
En el año 1967 distintas discusiones internas referidas a retribución para cada músico desembocaron en un fraccionamiento de I Musicisti. Los principales miembros del grupo (Gerardo Masana, Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich) siguieron su carrera aparte bajo el nombre de Les Luthiers, mientras que I Musicisti desapareció de los escenarios al quedarse sin instrumentos ni escritores principales. Casi al mismo tiempo las composiciones musicales de Les Luthiers empezaron a oírse en las bandas sonoras de algunas obras teatrales y en algunos cortometrajes.
El grupo continuó presentando su espectáculo en teatros y café concert. En 1970 el cuarteto contrató al rosarino Carlos López Puccio como violinista, y en 1971 a Ernesto Acher, primero para reemplazar a Marcos Mundstock y luego formar parte del plantel del grupo. De esta época son los siguientes espectáculos:
En septiembre de 1965 tuvo lugar el festival de Coros Universitarios en la ciudad de San Miguel de Tucumán, situado en el noroeste del país. Un grupo de jóvenes universitarios presentó un espectáculo de música de humor que había estado preparando largamente y donde además del montaje en sí presentaba como primicia un conjunto orquestal de instrumentos completamente novedosos, inventados y construidos por ellos mismos con materiales sencillos. El conjunto estaba compuesto por un solista, un pequeño coro y los mencionados instrumentos musicales no convencionales.
La obra central del espectáculo se llamaba Cantata Modatón (luego se la conoció como Cantata Loxatón). El autor era Gerardo Masana, un estudiante de arquitectura que además era el inventor de casi todos los nuevos instrumentos, junto con el luthier y músico porteño Carlos Iraldi. La música de esta pieza parodiaba el estilo de las cantatas barrocas y la letra estaba tomada del prospecto del medicamento laxante Modatón. La presentación fue un rotundo éxito y tanto los asistentes como la crítica en periódicos y revistas de música hablaron de originalidad, humor y rigor de expresión.
Poco después de estos sucesos, los jóvenes recibieron con sorpresa la oferta de un contrato para repetir el espectáculo de Tucumán en una famosa sala vanguardista de Buenos Aires. Se presentaron con el nombre artístico I Musicisti y de nuevo consiguieron un gran éxito. Después fueron llamados por el Instituto de Tella de Artes que era el centro de estudios teatrales, musicales y plásticos más prestigioso en la ciudad y reconocido mundialmente. El espectáculo que representaron aquí se llamó IMYLOH, es decir, I Musicisti y las Óperas Históricas. Nuevamente obtuvieron un gran éxito.
En el año 1967 distintas discusiones internas referidas a retribución para cada músico desembocaron en un fraccionamiento de I Musicisti. Los principales miembros del grupo (Gerardo Masana, Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich) siguieron su carrera aparte bajo el nombre de Les Luthiers, mientras que I Musicisti desapareció de los escenarios al quedarse sin instrumentos ni escritores principales. Casi al mismo tiempo las composiciones musicales de Les Luthiers empezaron a oírse en las bandas sonoras de algunas obras teatrales y en algunos cortometrajes.
El grupo continuó presentando su espectáculo en teatros y café concert. En 1970 el cuarteto contrató al rosarino Carlos López Puccio como violinista, y en 1971 a Ernesto Acher, primero para reemplazar a Marcos Mundstock y luego formar parte del plantel del grupo. De esta época son los siguientes espectáculos:
- Les Luthiers cuentan la ópera (1967)
- Blancanieves y los siete pecados capitales (1969)
- Querida Condesa (1969)
- Opus Pi (1971)
La televisión también los llamó para que aportaran su arte junto a comediantes y artistas de gran prestigio en el ciclo titulado Todos somos mala gente y en el ciclo Los mejores, donde actuaron en recitales exclusivos. Fue una época de temporadas triunfales en la Ciudad de Buenos Aires y en Mar del Plata.
En noviembre de 1973, Gerardo Mansada, el fundador del grupo, falleció de leucemia. Después de nueve años de representaciones en su país empezaron a realizar giras internacionales. Desde 1977 organizan un espectáculo nuevo cada dos a tres años.
Las primeras giras tuvieron lugar al Uruguay y Venezuela. Más tarde llegaría el turno de visitar España. A finales de los años 70 sus giras los llevaron a México D.F; que incluyó una presentación en el Palacio de Bellas Artes de dicha ciudad.
El año 1986 macó un punto de inflexión en la historia del grupo. Uno de los motivos fue la inolvidable actuación que tuvo lugar en el mítico Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires y su arribo a Colombia, también a su famoso Teatro Colón. El 2 de diciembre de 1986, por diferencias internas, Ernesto Acher abandona el sexteto. Desde ese entonces el número de integrantes del grupo se redujo a cinco.
Los espectáculos mantienen este formato desde 1970: cada uno se divide en varias obras cómicas. Como una pequeña introducción antes de cada pieza, Marcos Mundstock suele leer una pequeña pieza en donde se describe la obra, o da reseñas de la vida del autor, recién tras esta presentación el grupo comienza a interpretar el tema, aunque en los dos últimos espectáculos (Los Premios Mastropiero y Lutherapia) las obras giran alrededor de un solo tema.
El 18 de noviembre del 2007 Les Luthiers celebró su 40º aniversario con un recital de entrada libre y gratuita en Buenos Aires. Asistieron más de 120.000 personas. Un año más tarde el grupo dobló al español las voces de los personajes de las palomas en la película de Disney, Bolt.
Luthier es una palabra francesa que designa al fabricante de instrumentos de cuerda. El grupo adoptó este nombre por su costumbre de crear instrumentos a partir de materiales poco comunes, como latas, mangueras, tubos de cartón, globos, etc. El primer constructor de instrumentos informales fue Gerardo Masana, fundador del grupo, , el primer instrumento creado, el bass-pipe de vara, construido con tubos de cartón encontrados en la basura y elementos caseros. Cuarenta años después un émulo de este enorme instrumento se sigue usando en escena.
Los primeros instrumentos informales fueron relativamente simples como el gong horn (hecho con una manguera, un embudo y una boquilla de trompeta) y algunos de ellos nacieron como parodia de los instrumentos estándar. Este es el caso de el latín y la violeta. Con el tiempo se incorporó como luthier del grupo el Dr. Carlos Iraldi, quien investigó la construcción de instrumentos atípicos, moviéndose entre la perfección técnica y la sensibilidad artística. Así nacieron artefactos tan singulares como la madocleta (una bicicleta cuya rueda trasera mueve las cuerdas de una mandolina), el ferrocalíope (un calíope que funciona a vapor que pasa por silbatos ferroviarios), el bajo barrítono (un contrabajo cuyo cuerpo es un barril gigante, lo lo puede observar en uno de los videos), el órgano de campaña (un órgano que se lleva colgado de la espalda y cuyo aire es enviado por unas botas fuelles) y varios otros instrumentos.
Los espectáculos mantienen este formato desde 1970: cada uno se divide en varias obras cómicas. Como una pequeña introducción antes de cada pieza, Marcos Mundstock suele leer una pequeña pieza en donde se describe la obra, o da reseñas de la vida del autor, recién tras esta presentación el grupo comienza a interpretar el tema, aunque en los dos últimos espectáculos (Los Premios Mastropiero y Lutherapia) las obras giran alrededor de un solo tema.
El 18 de noviembre del 2007 Les Luthiers celebró su 40º aniversario con un recital de entrada libre y gratuita en Buenos Aires. Asistieron más de 120.000 personas. Un año más tarde el grupo dobló al español las voces de los personajes de las palomas en la película de Disney, Bolt.
Luthier es una palabra francesa que designa al fabricante de instrumentos de cuerda. El grupo adoptó este nombre por su costumbre de crear instrumentos a partir de materiales poco comunes, como latas, mangueras, tubos de cartón, globos, etc. El primer constructor de instrumentos informales fue Gerardo Masana, fundador del grupo, , el primer instrumento creado, el bass-pipe de vara, construido con tubos de cartón encontrados en la basura y elementos caseros. Cuarenta años después un émulo de este enorme instrumento se sigue usando en escena.
Los primeros instrumentos informales fueron relativamente simples como el gong horn (hecho con una manguera, un embudo y una boquilla de trompeta) y algunos de ellos nacieron como parodia de los instrumentos estándar. Este es el caso de el latín y la violeta. Con el tiempo se incorporó como luthier del grupo el Dr. Carlos Iraldi, quien investigó la construcción de instrumentos atípicos, moviéndose entre la perfección técnica y la sensibilidad artística. Así nacieron artefactos tan singulares como la madocleta (una bicicleta cuya rueda trasera mueve las cuerdas de una mandolina), el ferrocalíope (un calíope que funciona a vapor que pasa por silbatos ferroviarios), el bajo barrítono (un contrabajo cuyo cuerpo es un barril gigante, lo lo puede observar en uno de los videos), el órgano de campaña (un órgano que se lleva colgado de la espalda y cuyo aire es enviado por unas botas fuelles) y varios otros instrumentos.
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