Franz Liszt

Franz Liszt




De madre austríca y padre muy familiarizado con la música el pequeño Franz dio pronto muestras de un innato talento musical. En 1821 la familia se traslada a Viena y Franz recibe lecciones musicales de parte de los más respetados maestros, entre ellos el célebre pianista Karl Czerny y el compositor Antonio Salieri. En 1823, con 12 años, el joven Franz ofrece su primer recital en Vienay asombra al público por su gran técnica pianística, llegando la resonancia del éxito al propio Beethoven quien, mediante la intermediación de Czerny, decide escuchar al joven en su residencia de Viena. Beethoven sometió al pequeño Liszt a todo tipo de complicadas pruebas de las que el húngaro salió airoso. 


Por entonces la familia Liszt ante los extraordinarios progresos pianísticos del niño, se trasladó a París para ampliar los estudios, pero un envidioso Cherubini, en ese entonces director del Conservatorio se sintió molesto ante la figura del niño prodigio y le negó el ingreso a dicha institución aduciendo motivos reglamentarios. No obstante Liszt recibió clases particulares de Anton Reicha a tiempo que ofrecía numerosos recitales  que incrementaron su fama por todo París. En 1825 realizó una gira de conciertos por Inglaterra, Suiza y Francia terminando tan agotado que sufre una aguda crisis personal. Después del fallecimiento de su padre, Liszt decide instalarse en París, en compañía de su madre. Tras diversos avatares y conciertos, en 1832 asiste a un concierto de Paganini y queda tan impresionado que decide hacerse un virtuoso diabólio. Por aquel entonces también conoce a Chopin con quien entabla una respetuosa amistad. 


En Ginebra Liszt da sus primeros pasos como compositor con obras tales como Album de un viajero, los esbozos de sus Armonías poéticas y el primer volumen de sus Años de peregrinación. Por la capital francesa aparece, en 1837, Sigismund Thalberg, un concertista de piano que estaba consiguiendo que la gente olvidara a Liszt. El húngaro, tocado en su orgullo, y una vez reinstalado en París, decide intervenir en un concierto desafío, que resultó triunfal para los dos pianistas, acabando la sesión como buenos amigos. 








En 1838, LIszt emprendió una gira de conciertos por Italia en la que tocó la integral de las Sonatas de Beethoven, algo inédito hasta entonces en ese tipo de recitales. Tanto le gustó Italia, que un año más tarde decide instalarse en Roma por un espacio de diez meses. Allí se empapó de arte italiano, aprovechando el amable clima mediterráneo. Tras su estancia en Roma ofreció numerosas giras que lo llevó a Praga, Dresde, Leipzig, Hamburgo, Bruselas, Londres y París, ciudad en donde entabló un primer contacto con Wagner. Estas giras se sucedieron en 1841 por Escocia, Inglaterra, Dinamarca y Bélgica, y en 1842 por Rusia. Liszt era toda una celebridad como virtuoso del piano, tanto que en 1842 es nombrado Kapellmeister en Weimar, un muy importante cargo en el que Liszt desarrollará una intensa actividad musical. Durante los años en Weimar la relación entre LIszr y Wagner se intensificó, gracias a la muta admiración entre ambos músicos, y especialmente a que Liszt programó Lohenrig y Tannhäuser en el Teatro de Weimar. 


Los años de Weimar también fueron fructíferos para Liszt como compositor, naciendo obras tales como Sonata en si menor, los Estudios de ejecución trascedente, las Consolaciones, la Sinfonía Fausto, la Sinfonía Dante y el Concierto para piano en Mi bemol. En 1856, Liszt visitó la capital de su país natal, Budapest, siendo clamorosamente recibido, y presentando en la Catedral de San Esteban su imponente Misa de Gran


La década de los años sesenta se abrió con el infructuoso intento de boda entre LIszt y Caroline Sein-Wittgenstein, pretención que fue rechazada por la curia romana y que provocó en el compositor un agudo estado depresivo. Desesperado Liszt se instaló en Roma en una residencia distinta a la de su amante, para posteriormente trasladarse al claustro de la Virgen del Rosario en el Monte Mario. De esta época son las obras de piano de Liszt San Francisco de Asís y San Francisco de Paula. En 1864 el camino estaba aparentemente libre para concretar el enlace..., pero, en ese instante Liszt decide, ante el asombro del mundo entero, tomar los hábitos.








En 1878 Liszt se traslada a París para asistir a una representación de su Misa de Gran (abucheada años antes), que, esta vez, fue clsmorosamente recibida, para trasladarse acto seguido a Roma. Desde todos los puntos de Europa acudían músicos y otros artistas en peregrinación para buscar consejos y recomendaciones de un Liszt que ya estaba por encima del bien y del mal. Jamás negó consejo alguno a nadie y todos  los músicos fueron beneficiados, entre ellos un catalán llamado Albéniz, a quien Liszt preguntó por España, por su familia y sus creencias religiosas. Con 70 años ya cumplidos se empezaba a notar los primeros síntomas de la hidropesía que causara estragos en el físico del compositor, quien se vio obligado a recibir atención médica. De estos últimos años son una serie de obras que parecieran preparar su adiós a la vida: De la cuna a la tumba, Nubes Grises y Czardas macabros. En 1883 falleció Wagner en Venecia y Liszt organizó un monumental concierto en homenaje a su figura en Weimar. Durante 1884 y 1885, Liszt volvió a viajar y visitó Alemania, Hungía, Austria, Italia, Holanda y Francia. Su fama traspasaba fronteras y su figura era legendaria. Unas complicaciones pulmonares agravaron su enfermedad y murió en Bayreuth, el 31 de junio de 1886. Sus únicas pertenencias a la hora de morir fueron unas sonaras, algunas camisas y siete pañuelos..., sin olvidar el cariño y admiración de toda Europa hacia el que fue, posiblemente, el primer músico auténticamente universal. 


Liszt, primer compositor que alcanzó fama tanto por su arte escénico como por su música, fue la figura central del Romanticismo. Revolucionó Europa con su diabólico talento al piano y paulatinamente fue siendo reconocido como compositor. Como virtuoso del piano exhibió una técnica llevada al límite de la dificultad e incorporó dicho virtuosismo al elemento dramático. Intentó maneras de transformar el piano en un sustituto de la orquesta y su lenguaje armónico influyó decisivamente en Wagner y Ravel. Los experimentos compositivos de Liszt en sus últimos años, con sus insestables armonías y poco densas texturas presagian la música del siglo XX. Liszt fue un compositor muy famoso, tanto por su vida como por su música , aunque siguió trabajando en la promoción de la obra de sus colegas y en la enseñanza a pianistas y compositores de las nuevas generaciones. Junto con Beethoven y Wagner fue el compositor que más hizo progresar el arte musical del siglo XIX. 


Sus obras se pueden resumir de la siguiente manera:

  • Sonata en si menor para piano
  • Rapsodias húngaras
  • Estudio de ejecución trascendente
  • 4 libros de años de peregrinaje
  • Consolaciones
  • Valses de Mephisto
  • Transcripciones pianísticas de obras de varios compositores
  • Obras para órgano
  • 2 Sinfonías: Fausto y Dante
  • 12 poemas sinfónicos (Los Preludios y Mazeppa, entre otros)
  • 2 conciertos para piano
  • 2 Misas
  • Oratorio
  • 55 Canciones










 

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